sábado, 15 de diciembre de 2007

La palabra que me define: Chaot (se pronuncia Kaót)

Para empezar, me río mucho, o pienso "otro pringao", cuando veo que una persona se describe a si misma con ciertas palabras "estándar", por ejemplo: "Soy divertida (wow, divertirse es humano??), amiga de mis amigos (que honor), sincera, odio la hipocresia, y estoy muy loca!!"
Nada nuevo bajo el sol. Que no se me malinterprete, cada persona tiene ciclos en su vida y yo no le cojo mania a nadie por estas chorradas, solo cojo manía a su actitud. Ya cambiará.

Es una razón por la que no me gusta nada describirme a mi mismo. Definirme. Me cuesta, es realmente difícil, cada palabra habría que matizarla porque muchas veces no soy así. Con lo variada y grande que es la vida, ¿voy a estar restringiéndome a 4 palabras, que encima son medio mentira?

No obstante, he encontrado una palabra que me define. Más bien una idea. Soy la mezcla perfecta de desordenado, malqueda, desastre.
Este verano, en apenas una semana con mis amigos en Alemania, ya sabían lo que era: un Chaot (pronunciado Kaot, de la palabra Caos-Chaos).

La verdad es que yo pienso que tengo aspectos también de organización, eficacia... pero últimamente escucho a diario, de diferentes personas, lo desastre que soy. Ejemplos:

- Alguien que quiere hablar en privado. Cuando estamos a solas dice que si tengo algo contra el/ella, porque no saludo/no hablo. No! claro que no, simplemente, se me ha pasado.

- Estoy en el grupo de jóvenes, como todos los viernes. Trato de que haya el ambiente que se corresponde, y después me quedo recogiendo. Da igual, me las he alegrado para tratar sin respeto a alguien, o demostrar el poco aprecio que tengo por algo. Este caso suele ir acompañado de una comparación "pues a fulanito...". Conclusión: no se tratar a personas cuando estoy pendiente de varias cosas a la vez.

- Tema nombres. Soy malisimo para los nombres, los olvido todos. Hace poco me encontré con una conocida en el bus, ella sabía mi nombre perfectamente, yo sabia igual de bien quien era ella, pero no tenía ni dea de cómo se llamaba! Apunté su número de teléfono y no sabía que poner. Me pillo. No es que sea malo reconocerlo, para nada, simplemente confirma lo que soy.
Esto de los nombres se aplica a todo: amigos de otros países, conceptos de la carrera o de hobbies.... lo olvido todo, se me pasó.

En ese sentido puedo acordarme de alguna ley natural, entender el funcionamiento, la lógica que hubo para llegar a ella y la utilidad, pero... !no me acuerdo de qué encunciaba! o cuál es la fórmula (nada de burradas, ecuaciones muy sencillas).

- O la comunicación con amigos. Soy el primero que le parece una chorrada el típico mail "que sepas que, aunque no hablemos, eres muy importante para mi", porque el cariño, el aprecio se demuestra. Mi problema es que tardo MUCHO en demostrarlo. Puedo tirarme meses, incluso algún que otro año, sin hablar con alguien a quien quiero muchísimo. ¿Por qué? Simple: se me olvida. ¿Cambia mi aprecio o cariño? No, símplemente, se me pasa.

Podría poner miles de ejemplos más. Sé que es un defecto, que a muchos les molesta, surgen malentendidos inútiles, entran en problemas amistades, incluso noviazgos cuando tuve.
Trato de mejorarlo, pero aún poniendo toda la intención, sigue pasando. En una semana he tenido dos hachazos con dos personas.

Para acabar, como todo el mundo conoce este "Chaot" que hay en mi, duele que lo restrieguen. Que la otra persona no ponga algo de su parte. Yo lo siento, pero quien no lo soporte, hay miles de chavales como yo en España. Y es que soy un Chaot. Y es que, simplemente, sin segundos motivos, sin aspectos de preferencia psicológicos... se me pasó.


miércoles, 17 de octubre de 2007

La espectro con la guadaña

Esa figura antigua, tranquila, sin prisas, sin compasión, que no hace ruido, viene, coge lo que busca y se va.
No le importa lo que pensemos. Le da exactamente igual los logros conseguidos, el dinero en la cuenta bancaria, la responsabilidad que tengas o el potencial que tengas en la vida.

Pero nos conoce, a todos, exactamente. Conoce su tiempo, nunca llega tarde, y si le has visto, no vuelves atrás.
Cuando golpea, lo hace duro, un giro de su muñeca, y la hoja de su guadaña siega una vida. Nunca necesitó segundos golpes. No falla.

Como todos, esta figura ha estado presente a lo largo de mi vida, continuamente. En recuerdos sobre todo, y en momentos concretos, he sentido su presencia, la frialdad que desprende. Mi querido compañero llamado Orgullo, huye despavorido, y nada importa ya.

En los últimos 2 meses, el cáncer ha llamado varias veces en las casas de personas de mi entorno. No voy a nombrarles. Primero fue la madre de un queridísimo joven, y en el último mes, el padre de un gran hombre, en tamaño y corazón, de Alcobendas. También marchó el padre de dos conocidas.

Ayer, recibí la noticia, que esta figura también visitó a un conocido de mi pueblo, también en forma de cáncer. Tenía creo que 21 años. Es fácil hablar bien ahora, los recuerdos tienden a ser positivos, pero ese chico realmente era único, por su optimismo, su continuo sonreir y tratar a todos con respeto, aunque no le conociera lo bien que quisiera.
Los recuerdos me asaltan, y recuerdo a una chica alemana, sin exagerar, con tremendo potencial, que marchó hace ya 5 años, ella tenía 16 años, mi edad entonces.

No quiero pésames, dádselos a sus familiares. No es un ensayo sobre la muerte. Es un maldito blog donde os grito al oído que el más grande ser humano se reduce a algo insignificante cuando aparece el manto negro del tío de la guadaña.
Nada es eterno en esta vida. Vuestro cachondeo puede acabar en cualquier instante. Sé que lo sabéis, y tal vez eso sea lo peor, hasta que no sentimos el escalofrío, no reaccionamos, total, estamos acostumbrados a que haya gente que muera.

Me impulsa, mas fuerte que los cohetes que impulsan astronautas fuera de las garras de la gravedad.
Me impulsa a desafiar a todo el mundo, si realmente piensas que somos simplemente materia, porque la equivocación tiene consecuencias. Más te vale que tengas al mejor abogado en el día de tu juicio, a este espectro no le importan tus creencias.

viernes, 3 de agosto de 2007

El tremendo error

Ya estoy de vuelta de mis "vacaciones", tres semanas donde paso de todo excepto cosas de poca importancia. He cambiado, y estoy en un momento suspendido en una burbuja sobre un océano, esperando a que Dios la pinche, caiga y siga nadando hacia algún puerto que Él me muestre (espero).

Vino Sam, mi amigo de la infancia y aunque solo estuvo dia y medio lo aprovechamos lo mejor posible. Hablando de estos cambios que estamos viviendo los dos, y que pensamos que Dios los dirige ya que tiene nuestra confianza, dijo una frase que la tengo totalmente asumida pero también olvidada: "Es un tremendo error creerte fuerte cuando en realidad eres débil".

Es curioso, es una frase que tengo totalmente asumida y repetida para mi mismo desde hace mucho, Jesús habla de ello, Sun Tzu también, Dios en Apocalipsis es tajante "tu dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, de ninguna cosa tengo necesidad, y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo".

Aun así, en ese momento parecía que me la dijo Dios mismo en un aspecto en concreto: creerme que estoy fuerte en el Señor por las cosas que hago, y en realidad estoy más carente que nunca, en parte por los cambios que estoy viviendo. No lo reflejé, pero esas palabras me traspasaron, provocaron un escalofrío. Fueron palabras para un momento, situación y aspecto en concreto. Sabía perfectamente el porqué del escalofrío, y creo que alguien habló a través del bueno de Samu.

martes, 26 de junio de 2007

He tenido el blog totalmente abandonado durante dos meses. Y hoy no vengo tampoco a dar buenas noticias, sino a dar otra vuelta de tuerca a un tema que ocupa a todo el mundo y no solo a adolescentes: las apariencias.

Pero esto no es un ensayo sobre aparentar, escribo sobre mi mismo, y algo que me pasa desde hace algunos años y que tal vez a algunos les puede interesar.

Desde hace como 5 o 6 años me gusta aprender, llegar a ser realmente inteligente y sabio. No la etiqueta, sino saber de todo excepto de noticias del corazón y "saber vivir", es decir, tomar siempre la mejor decisión y aconsejar siempre lo mejor según mi escala de valores.

De manera natural despertó en mí aprender de otros y de mi mismo, gracias a Dios no fue algo forzado. Proverbios y Eclesiastés se convirtieron en mis libros favoritos, me flipaba la manera de contestar de Jesús, el "Arte de la Guerra" de Sun Tzu y "El Príncipe" de Maquiavelo no han abandonado mi pila de libros favoritos. Si surje un tema de conversación con amigos o simplemente veo algo en el tren o por la calle, me salta automáticamente a la mente una frase de este tipo que, a veces digo, a veces no.

No solo en frases, empecé a controlar un poco lo que hablo, intentar hablar cuando debo hablar y callar cuando no merece la pena. Tenía y tengo mis valores muy claros que si replanteo es sólo de manera personal y no permito que disputas me desestabilicen. Para bien o para mal tengo algo que llamo "orgullo mínimo": es una especie de vena existencialista, pienso que no soy absolutamente nada en el mundo y que todo seguiría igual si yo no existiese; esa idea compensa mi orgullo ya que, aunque no sea nada en el mundo, soy mi mundo, tengo cierto desprecio a todo en general. Creo que este pensamiento se resume en "no te odio a ti, simplemente odio tu actitud".

Bien, me voy por las ramas. Lo gracioso de todo esto es que esta mentalidad, filosofía o como quieras llamarlo ha provocado que bastantes personas me consideren una persona inteligente, sobre todo familiares y algunos amigos.
Es decir, un control de mi comportamiento y expresión de mi ser, de manera involuntaria, ha provocado que se piense de mi lo que no soy.

No soy un sabio, mis decisiones provocan más cagadas de las que nadie imagina, no soy inteligente, la mitad de los chistes no los pillo, tengo un humor básico de "dos tontos muy tontos", a veces tardo 10 minutos en entender el sentido de una conversación, sigo siendo un precipitado, ignoro más que cualquier estudiante serio de bachillerato, tengo buenas notas porque mi carrera es fácil (excepto cuando mandan trabajos...).
No digo que sea un absoluto desastre, solo en parte, ya que la diferencia en el mundo no es entre la gente que es algo y la que no es nada, sino entre la gente que suda por avanzar y los conformistas.

En resumen, esta reflexión solo significa que las apariencias no tienen porqué ser premeditadas. De hecho, nos creemos muchas cosas que no somos simplemente porque nos lo dicen y repiten, y eso que nos dicen, nos gustaría serlo. Seamos sinceros. Buen verano!

martes, 24 de abril de 2007

Porque yo lo valgo

Mi primera entrada en este blog va dedicada a toda persona que no recuerde el significado de la palabra humildad. ¿Porqué?

Es de sobra conocida la "titulitis". El mercado laboral está masificado, todos tenemos acceso a titulaciones superiores, asi que poco a poco nos distinguimos por tal máster, tesis doctoral, cursos especializados, libros... Hasta ahí todo normal. Al fin y al cabo, para que una empresa se decida por alguien tiene que haber un elemento diferenciador a favor de esa persona para que se la escoja.

Lo que me cansa y molesta de este asunto es que muchas cosas no son tenidas en cuenta hasta que lo diga el Doctor X, y viceversa, porque lo diga Eustaquio, que tiene un máster en Biofísica, debe ser cierto (para el gran público). El problema radica cuando los expertos salen de su esfera y opinan sobre otros temas como si tuviesen el mismo conocimiento que en su especialidad.

Al grano: en el Muy Interesante de este mes comparan fe y razon. Para los que no lo superan, el eterno debate. Dicen que el 72% de los científicos de una asociación americana se declaran ateos. Explican el origen del universo, dan por sentado el Big Bang e investigan "la predisposición del ser humano para creer en algo sobrenatural" (en este número). También da tiempo para ridiculizar la Biblia e introducir sutilmente decenas de coletillas en frases tipo "evidentemente" que dejan como a un ignorante a quien no piense de ese modo. Por supuesto, no busquéis argumentaciones, están demasiado ocupados en su tarea.

No me quejo de estos "ataques", costumbre quizás. Diferenciad: no digo que no crea en el Big Bang, como dice Salomón "El hombre sin ciencia no vale nada". Tampoco desmiento rotundamente esos datos. Aprecio la profesión de científico y si Dios quiere y algún descerebrado apuesta por mí, yo también seré uno en algunos años. Lo que si me niego a aceptar es que personas que no tienen ni idea de que significa "fe" y que ignoran todo lo relacionado con "espíritu" vengan a darme lecciones de cuan equivocado estoy.

En temas espirituales, escucharé gustosamente a un budista, católico, ateo o animista. También a teólogos, incluso a testigos de jehová (pero no os acostumbréis :p). Personas que les importa saber más sobre Dios, independientemente de si le conocen o no. Pero que les interese sinceramente. No que usen un título, ni "caché", o conocimientos que puedan tener en otras áreas para poner su opinión, de otro tema, a un nivel superior. Hay que tener humildad para reconocer la ignorancia, en el caso de Muy Interesante, el editor o el escritor del artículo. Resumiendo: zapatero a tus zapatos.

Aún así, en general me preocupa el hacer de la ciencia nuestro dios particular, sobre todo por parte de algunos, confiar ciegamente en ella y de paso no tener que preocuparse por nada más. Einstein dijo "la ciencia son invenciones libres del espíritu humano". Estamos como estamos científicamente, pero podríamos estar con un desarrollo muy diferente. Os dejo eso para reflexionar, y si os apetece, hacer historia-ficción con la frasecita de Albert, que es muy divertido. Saludos